56. ¿Debería una cristiana salir en una cita romantica con un no cristiano?

No. La amistad romántica no es solo diversión a corto plazo, sino relación diseñada para convertirse en compañía de por vida en el matrimonio. Por lo tanto, nunca debemos "salir", y mucho menos dar nuestros abrazos, besos y corazones a alguien a quien no pudiéramos vernos posiblemente casándonos. Salir con o cortejar a alguien es formar un vínculo especial con él o ella. La Escritura dice en 2 Corintios 6:14, "No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas?"

Salir con un no cristiano te expone al peligro porque no son del Señor. Debemos tener cuidado de cómo nuestras amistades puede exponernos a daños potenciales. La hija de Jacob comenzó a pasar tiempo con las "hijas de la tierra", niñas de familias paganas. Lo siguiente que escuchamos sobre ella es la triste noticia de que había sido violada por un joven pagano (Génesis 34:1-2).

Unirse a un no cristiano puede romper los corazones de tus padres piadosos. El hijo de Isaac, Esaú, tomó a Judit y Basemat para ser sus esposas. Ambas eran personas incrédulas, y ellas "hicieron la vida insoportable para Isaac y Rebeca." (Génesis 26:35)

Salir con un no cristiano también puede traer tristeza a generaciones futuras. Judá, un hijo de Jacob, se hizo amigo de un incrédulo llamado Hira. Al visitarlo, Judá se encontró con una chica pagana llamada Súa que le gustaba. Terminó casándose con ella. No es sorprendente que cuando tuvieron hijos, la mayoría de ellos crecieron a ser malvados a los ojos de Dios. El Señor estaba tan ofendido por los hijos de Judá que mató a dos de ellos (Génesis 38:1-10). ¿Es eso lo que quieres?

¿Amas a Cristo? Si no, entonces no eres cristiano.

Si sí, entonces ¿cómo puedes unir tu vida a alguien que ama el pecado y odia a Cristo? Por esta razón, Pablo dijo que si una viuda cristiana desea casarse de nuevo después de que su marido haya muerto, "está en libertad de casarse con quien desee, solo que en el Señor" (1 Corintios 7:39). Nunca desarrolles una amistada romántica con alguien que, por lo que se puede decir, no está en el Señor.